No disparen
al pianista. Párense delante de él y pregúntenle por qué toca cada día peor.
Por qué el retumbar de sus lágrimas contra el suelo es una nota más en su
partitura del silencio. Pregúntenle por qué hay ciertas teclas que no toca,
párense a pensar por qué teme tocarlas por si alguno de ustedes le dispara a
quemarropa. No disparen al pianista. Que alguien se pregunte por qué toca
borracho cada viernes y de resaca cada sábado y domingo. Igual tiene
respuestas, explicaciones que le den sentido a todo. No disparen al pianista,
torturen al resto de la banda por no saber seguir el ritmo, por no dar abrazos
en cada paso bien dado, en cada partitura bien interpretada. Disparen al
violinista por cabrón, al de la flauta por egoísta, al del violonchelo por narcisista
y al director por manipulador. No disparen al pianista, que igual la culpa de
que toque mal es de ustedes por apuntarle con una pistola. En todo caso,
dispárense ustedes.
domingo, 19 de agosto de 2012
jueves, 16 de agosto de 2012
Serás vida
El presente te quema las manos a diario
si el negro de la pared dibuja una
vereda
solitaria que conduce a lugares
tristes sin baladas,
donde las balas al aire se pierden en
la noche
cayendo sobre los sueños de alguien que
nadie,
absolutamente nadie conoce.
Dime, ¿qué será de ti sin las
preguntas?
Sin esas respuestas que inundaban
tu vacio de lágrimas heladas,
de nanas mal cantadas,
de ilusiones a cuentagotas,
de sonrisas suturadas
y de verdades a quemarropa.
Qué será de ti sin esas noches en vela
pintando cuadros en el techo con la
mirada,
de pelear con palabras atrincheradas en
la garganta.
Qué será de ti que finges ser flor
marchitada
sin ni siquiera haber sido semilla
antes.
Yo sé qué será de ti sin todas esas
banalidades:
serás libre, serás la perfecta alegoría
de la vida,
serás bella, serás el verso de la mejor
poesía,
serás romanticismo, serás amanecer
primaveral,
serás nocturna, pues a partir de ahora
serás la noche,
serás todo aquello cuanto te plaza ser,
porque por fin podrás ser tú.
viernes, 3 de agosto de 2012
Gotas
Gotas de
alegría, de tristeza, de desazón. Lloviznas de melancolía, de miedo y de incertidumbre.
Grandes dosis de veneno y morfina. Segundos plácidamente eternos de sonrisas y
segundos dolorosamente efímeros de pena. Cascadas sobre nuestras mejillas de
lágrimas calientes y alguna esporádica que cae fría como el alféizar de la
ventana en invierno. Pequeñas inyecciones de realidad y grandes cantidades de
imaginación. Mentiras que caen con delicadeza como una hoja y verdades hostiles
a guantazos en plena noche en la calle más oscura de la ciudad. Migas de pan y
pan hecho migas. Cachorros que juegan a ser leones y elefantes que fingen ser
hormigas. Gotas de sangre bailando sobre los pies tras una larga caminata hacia
el desconocimiento de una vida. Amores lentos como el andar de la luna y amores
rápidos que mueren en el primer charco del verano.
Gotas de nada
y todo. Lloviznas de esas efímeras necesidades que nadie recuerda. Gotas de desgana,
de odio y de rabia. Lloviznas de felicidad, de carcajadas y de ganas. Grandes
dosis de veneno y morfina. Gotas en un mismo vaso. Así, y sólo así, igual todo
esto tenga sentido de alguna forma.
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