martes, 17 de junio de 2014

El extraño del espejo




Extraño hombre del espejo,
por más que te miro
no te veo,
somos sombra
el uno del otro,
sin un haz de luz
que baile alegre
entre nuestros ojos.

Cuchillo y rabia
entre los dientes,
¿de quién es esa sonrisa
tan apagada
que llevas por bandera?
Mía no, seguro, ni tampoco
ese riachuelo de sangre de la boca
que riega la arboleda de mi jardín.

Extraño niño del espejo,
observa cómo nos crecen
las raíces entre los dedos
de los pies, escucha,
aún con sus miradas secas,
el piar de los colibríes
que descansan hermosos
en las ramas de nuestros hombros.

Déjate sentir por un segundo,
aunque seas borrasca
en pleno verano,
déjate ser gota del rocío
aún en el más negro charco,
déjate ser lluvia sobre los tejados
dónde lloran los gatos,
déjate, por un segundo, ser.

martes, 3 de junio de 2014

Elizabeth




El mundo siguió el ritmo
de sus batutas,
si su voz es la locura
que espanta por las noches
a esos hijos de puta que roban
la miel de sus colmenas,
esas que penden de las grietas
de su ser.

Bajo sus sábanas frías
hay una revolución,
de versos contra balas,
de guitarras vivas
contra calles vacías,
de nada contra nadie,
de nadie con nada
que perder.

La guerra de nuestros adentros
se acaba en la comisura
de sus labios,
de su risa que son orgasmos
y baladas para sonrojar al diablo,
ella, desconocida mujer
de ojos verdes pa matar
a navajazos a los malos.

La anarquía se ha instalado
en cada uno de sus sueños,
rebelde por causas perdidas
que lucha descalza porque sí,
guitarra a su espalda, libre,
desobediente por naturaleza
y la naturaleza ríe con ella,
pongamos que te llamo Elizabeth.