Cuenta las
noches con los dedos de los pies
porque con
las manos intenta golpear las estrellas una a una,
y por las mañanas
limpiara los lamparones de sus errores
con el revés
de sus bragas.
La luna más
puta que ninguna dice que me joda
si no se
mirarla a los ojos cuando estamos a solas,
si en la
marea de mi cabeza se hunden navíos,
que me joda
si huyo campo a través sangrando por el roce torpe con su piel.
Hoy voy, sin
conciencia alguna, a romper el cascaron de mi pepito grillo,
para que resuelva
mis dudas a golpe de martillo,
y dejen de
atragantarse en mi garganta las migas de pan.
Vendi mi alma
al diablo por una piedra, un trato justo.
Corro
mientras grito sin nada que decir,
y al alba le
empiezo a escupir mis quimeras,
que entre
tantas esperas el cielo caga sobre las nubes pa quedarse a gusto.
Le tiro mil
miradas al cristal de su ventana,
se asoman las
moscas que se alimentan de tanta basura sentimental
que esconde
bajo la cama, donde nadie la pueda ver.
Y entre el
relente de tanto frio y mala ostia,
se me van
durmiendo las ganas por quererla,
que ya no
merece la pena escarvar entre tan mierda,
ni limpiar
tanta herida escondida con la saliva de mi lengua.
Voy despacito
y con la mala letra que esconde mi puño,
me escabullo
entre el humo de las voces que no paran quietas,
y con una
canción lenta me empiezo a orinar en esas esquinas
donde antes
borrachos moríamos de pena.
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