lunes, 21 de marzo de 2022

La amistad como medio y como fin

Lo que voy a contar es totalmente verídico. Esta historia es tan real como la propia mentira. Tengo amigos moteros. De esos que su muerte perfecta sería sobre una moto, abriendo gas y con la sonrisa puesta para combatir la ceguera. Personas cuyo lema es “Ante la duda abre gas”. Pues bien, esta pequeña historia trata sobre uno de ellos en concreto.

Durante un tiempo él me insistía en dar una vuelta en su moto: <<Venga, vamos. Verás que luego no vas a querer bajarte>> me animaba. <<No… No me atrevo>> le solía contestar. Era miedo. Qué cojones. Si queréis os digo que llovía y estaba todo encharcado, que la luna en cuarto creciente me da mal rollo o que tenía la regla. Pero os estaría mintiendo. Era miedo. Si se tiene que reconocer pues se reconoce. A fin de cuentas dicen que el miedo es el estado de alerta ante lo peligroso. Aunque también es cierto que dicen muchas gilipolleces.

Vuelvo a recordar que esta historia no es mía. Es suya.

Pasaba el tiempo y me insistía: <<Confía en mí. No te va a pasar nada. Vas conmigo>>; <<No, de verdad. Me da no se qué… Otro día>>. Hasta que llegó ese día. Lo bueno de esas personas que te hablan con sinceridad es que nunca te mienten. Parece obvio, ¿verdad? Dicen. El caso es que esta vez a su propuesta de dar una vuelta dije que sí. Casi siempre las mejores cosas ocurren cuando las haces sin pensar.

Y nos pusimos manos a la obra. En menos de lo que canta un gallo tenía en mi cabeza un casco, un chaleco protector y muchas manos a mi alrededor ofreciendo su ayuda. Con un poco de paciencia encontré la postura más idónea para mí sobre la KTM. Incluso atamos una cuerda a los dos para ir más seguros. Todo tan natural, tan sencillo… Como si ya lo hubiésemos hecho mil veces. Con tan poco miedo…

Y llegó la pregunta que resultó ser el principio:

—¿Preparado?

Arrancó la moto. Sonó retumbando en lo más hondo de mis dudas. Ahuyentando mis demonios. Coloqué las manos en el manillar, una de ellas sobre el acelerador. Él las colocó encima de las mías.

—Dani –me dijo a voces— yo llevo la dirección. La velocidad es toda cosa tuya.

Y aceleré. Un poco más. Otro poco más. El motor rugía con más y más fuerza. El viento me daba en la cara. Yo era feliz. Pero no sabía que eso sólo era el principio. Aún quedaba la mejor parte. De repente, en mitad de la playa suelta las manos del manillar y me gritó:

—¡¡Dani!! ¡¡La moto es tuya!! ¡¡La estás llevando tú solo!! ¡¡Mira!!

Levantó los brazos en el aire para demostrarme que sí, que yo solito estaba llevando la moto. Y… Qué cojones. Aceleré. Tan alto retumbaba el motor que no se escuchaba esa parte de mis pensamientos que tantas veces me hicieron rechazar subirme en la moto. Eso que tan feliz me estaba haciendo.

Al acabar y bajarnos de la moto. Yo, en el cúlmen de mi alegría, le pregunté:

—¿Cómo estás tan mal de la cabeza? Me has… dejado llevarla a mí. Está cojonudo pero…

Y riéndose me contestó:

—¿Qué es lo peor que podría haber pasado? ¿Qué nos caigamos? Hubiéramos caído juntos. Y total, una más…

¿Poesía? Poesía también es que alguien se juegue el pellejo por regalarte un poco de felicidad.

Gracias, Duende Verde.

Gracias, amigo.

 

miércoles, 16 de marzo de 2022

Curiosidades sobre artistas

No voy a dar datos que me hayan confesado los susodichos únicamente a mí, es muy posible que conozcáis estas curiosidades/datos. Casi hago más una labor de recopilación que otra cosa. Ahí va:

  • JK Rowling

La autora de la saga de Harry Potter fue rechazada hasta por 12 editoriales distintas. Ninguna le dio el visto bueno al primer libro: Harry Potter y la piedra filosofal

  • Tolkien

El escritor del mundo de El Señor de los Anillos era racista. ¿Te has dado cuenta que en ninguna de sus historias hay personajes negros?

  • Anna Frank

Escribió su diario en una casa de Ámsterdam, eso ya lo sabemos; lo que quizá no sepas es que hoy en día en la acera de enfrente hay un altar en su honor donde la gente pone regalos como peluches o flores.

  • Quentin Tarantino

El director hace cameos en todas sus películas.

  • George RR Martin

Comenzó la saga ‘Canción de hielo y fuego’ (Juego de Tronos) en 1996. Y tras 5 libros, aún le quedan dos más para terminarla.

  • Bob Marley

Era machista y homófobo. Sí, sí. El que iba de buen rollo. Lo relata su esposa Rita Marley en un libro que publicó.

  • William Shakespeare

Es el escritor cuyas obras más veces han sido adaptadas en cine o televisión. De los que aún siguen vivos es Stephen King (Esteban Rey para los compadres). ¿Y español? Cervantes y su ‘El Quijote’.

  • Leonardo da Vinci

Tiene el récord del cuadro por el que más han pagado. Se trata del último trabajo del artista: ‘Salvator Mundi’ que fue vendido en 2017 por 450 millones de dólares. Calderilla…

  • Pablo Picasso

Es el artista español con el récord del cuadro (una serie de 15 obras, para ser más concreto) por el que más han pagado. ¿El cuadro? ‘Mujeres de Argel’. ¿El precio? 180 millones de dólares en 2015. ¿La explicación? …

  • Elvis Presley

No murió, en realidad es Batman.

martes, 8 de marzo de 2022

¡Todos somos discapacitados!

Voy a hacer un breve análisis de las razones por las cuales los términos ‘discapacitado’ o ‘minusválido’ hacen que se me irrite el escroto. Voy a hacerlo desde dos bases: la sintaxis y el sentido común. Si la primera os suena rara ve al diccionario, si te suena rara la segunda ve al psicólogo o mete los dedos en un enchufe para que te llegue electricidad al cerebro porque esas neuronas están faltas de energía.

Vamos allá:

Discapacitado

Dis-:

  1. pref. que indica 'negación', 'separación' o 'distinción'
  2. pref. que indica 'dificultad' o 'anomalía':

Capacidad:

  1. Talento o inteligencia.

Dis+Capacidad= No eres capaz.

¿Hasta aquí todo bien? No esperaba menos de ti. La palabra, por definición, habla de la no-capacidad. De acuerdo, pero ¿de qué? Sí, yo no tengo la capacidad de subir escaleras; por lo soy no-capaz. Pero tú, que si eres capaz de subir escaleras, no lo eres para coser, para cantar o para dejar de llamar a tu ex cuando no quiere saber nada de ti.

Por lo que… ¡Enhorabuena! ¡Tú también eres un discapacitado! ¡Y, por tanto, todos somos discapacitados!

 

Minusválido

Minus: menos

Válido: ¿te tengo que decir lo que significa esto? Pues te falta una patata pa el kilo.

Minus+Válido= Eres menos válido.

Aceptamos barco como animal de compañía. Sigamos. Sí, yo soy menos válido para escalar o para recordar refranes respecto a ti. Pero tú, por ejemplo, eres menos válido respecto a mí porque no sabes escribir una poesía o hacer croquetas.

Por lo que… ¡Enhorabuena! ¡Tú también eres un minusválido! ¡Y, por tanto, todos somos minusválidos!

Estos términos nos denigran como personas. Jesús Vidal, actor ganador de un Goya por la película ‘Campeones’, dijo:

"Somos el único colectivo que se nos etiqueta por nuestros defectos"

 

Entonces, ¿cuál es el término adecuado?

Cada persona tendrá su preferido: el mío es Diversidad Funcional.

Diversidad: Variedad

Función: Actividad propia de alguien

Diversidad + Funcional= Distinta forma de funcionar

No ofende a nadie y es bastante descriptiva.

 

También podéis llamarnos por nuestro nombre, pero eso ya está a un nivel superior del sentido común.

 

Una frase que lo dice todo

Por último os dejo esta frase que utilizó la ONCE en un anuncio y que no puede ser más clara:

"Nosotros tenemos que esforzarnos el doble para conseguir lo mismo que el resto y se nos valora la mitad"

 


jueves, 3 de marzo de 2022

¿Es el miedo útil?

El miedo es una mierda. Una más grande que la Alhambra y con sabor a Cruzcampo. Eso para empezar. Pero para no dejarte con ese mal sabor de boca voy a ampliar un poco sobre lo que entendemos por ‘miedo’.

Existen dos tipos de miedos: el racional y el irracional. No te dejes engañar por la terminología, pues ambos son desagradables.

El irracional es aquel que, como la propia palabra indica “no tiene una razón”. Podríamos decir que es aquel miedo que no tiene un origen específico o una explicación lógica. Por ejemplo: el miedo a las arañas, a los espacios cerrados o a salir a la calle. Son miedos muy agresivos que en muchos casos se tratan de fobias.
 
Por otro lado tenemos el miedo racional: es aquel que sí tiene una explicación lógica. Por ejemplo: tienes miedo de acertarte a un acantilado por la posibilidad de caer y matarte, tienes miedo a la velocidad en carretera por la posibilidad de tener un accidente; o tienes miedo de comerte un kebab por la más que posible cagalera que tendrás al día siguiente.
 
Y es en este segundo tipo de miedo que hay algo “positivo” si metemos el bisturí en él. El miedo nos avisa de un peligro y en muchas ocasiones nos protege de sufrir. Joder, no me puedo creer que esté diciendo esto. Pero sí, el miedo en ocasiones es útil.
 
En un libro llamado “La sabiduría de las emociones” leí una comparación sobre el miedo. Decía así:

“El miedo es como esa luz del coche que te indica que te estás quedando sin gasolina. El problema no es esa luz y no desaparecerá por taparla, el problema es la gasolina”.

Y sí, reitero que el miedo es un incordio mayúsculo, pero detrás de él hay una especie de “mensaje” que nos habla sobre nosotros mismos. Como en el caso de la gasolina. Quizá tengas miedo de perder a tu pareja, pero esa es sólo la “luz” que indica que tu problema es que no sabes estar solo. Quizá tengas miedo declararte a una chica porque esa “luz” indica que tu problema es ser rechazado. 
 
Me duele decir esto, pero el miedo en ocasiones es sólo el mensajero que nos habla de nosotros mismos. Porque, como dijo un poeta de melena reluciente y barba nórdica que no soy yo, “nadie me desconoce mejor que yo”.
 
Lo mejor es que te leas “La sabiduría de las emociones” para entender desde otro punto de vista las emociones del ser humano.
 
Ya lo dijo Fito y Fitipaldis:

“Lo que admiro son las flores que crecen en la basura”.

Mira en la basura de tus miedos. Quizá no sirva de nada o quizá te conozcas un poco mejor.
 
O no, yo que sé… Si de lo único que estoy seguro de todo esto que he escrito es la primera frase.