martes, 7 de octubre de 2014

Despierta princesa



Guarda lágrimas en esas ojeras
que ya atravesarás secarrales,
con manos de piel suave
que se volverán traicioneras
si no les das los panes
que guardas en el buche.

Despierta princesa, estate atenta,
ahí fuera tiran piedras contra tu regazo,
baja la persiana y empieza
a moverte a tientas
con los pies descalzos,
porque este baile es sólo tuyo.

Te has cansado de besar tantos labios embusteros,
que te has llenado el pecho de ortigas
para que no se atrevan a entrar más titiriteros
a varearte las heridas,
tiñendo tus días
en blanco y negro.

Arriba princesa, y escarba en tu vida un agujero
para enterrar todo el dolor que guardan tus vestidos,
que están aburridos de oler a la ceniza
por arrastrar los sueños que prendiste con prisa,
y deja de arrancarte las cicatrices con los ojos rojos
de tragar tantos ratos tristes.

Juega a saltar sobre el filo de los cuchillos,
afila tus silencios a base de carcajadas
sin perder nunca la sonrisa de esa cara
aunque sangren tus nudillos
de tanto luchar.
 

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