Entristecen
las flores con cada lágrima
que riega la
tierra que les da de beber,
entristecen
los claveles que duermen
bajo tu
sombra.
Y ya no viven
con alegría.
Entristecen
las rosas negras de la ventana
porque no hay
sol que las abrigue,
entristecen
las flores de tu jardín
porque no te
ven sonreír.
Y ya no viven
con alegría.
Ella llora
cada noche,
porque él ya no
está.
Nacen mustios
los crisantemos
que siendo
semillas ya sufren
al sentir de
lejos la pena
de una joven
entristecida,
porque ya no
vive con alegría.
Se hunde los
nenúfares del estanque,
los pájaros
no canturrean al alba,
el silencio impera
en las partituras
de ese viejo
piano lleno de polvo,
porque ya no
vive con alegría.
Y entre los llantos de dolor
de una vida herida,
ella sonríe,
porque él ya no está.
Jopé... me acabas de poner de un triste...
ResponderEliminarUn poema genial, como siempre. No hace tanto tiempo, me hubiera identificado con esa chica. Precioso.
Muchas gracias. Me alegro de que te guste :)
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