lunes, 30 de mayo de 2011

Última balada

Como si de una obra de teatro se tratase, el pianista con la elegancia del amanecer toca la última balada del concierto mientras el aire se vicia de lágrimas y súplicas.

Desliza sus dedos sobre las teclas formando la melodía perfecta... la última. Como el asesino maneja con maestría el cuchillo clavándolo en el cuello del otro asesino.

La luna como único testigo presencia la batalla como si de la última se tratase. Los hermanos de sangre saborean la punta de su cuchillo listo para el último golpe.

El pianista sigue con dulzura y armonía tocando su última balada deslizando sus viejos dedos sobre las teclas manchadas de sangre.

Como el final de obra perfecto... el pianista aún sigue tocando.

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