lunes, 11 de junio de 2012

Migas de pan


Cuenta las noches con los dedos de los pies
porque con las manos intenta golpear las estrellas una a una,
y por las mañanas limpiara los lamparones de sus errores
con el revés de sus bragas.
La luna más puta que ninguna dice que me joda
si no se mirarla a los ojos cuando estamos a solas,
si en la marea de mi cabeza se hunden navíos,
que me joda si huyo campo a través sangrando por el roce torpe con su piel.

Hoy voy, sin conciencia alguna, a romper el cascaron de mi pepito grillo,
para que resuelva mis dudas a golpe de martillo,
y dejen de atragantarse en mi garganta las migas de pan.

Vendi mi alma al diablo por una piedra, un trato justo.
Corro mientras grito sin nada que decir,
y al alba le empiezo a escupir mis quimeras,
que entre tantas esperas el cielo caga sobre las nubes pa quedarse a gusto.

Le tiro mil miradas al cristal de su ventana,
se asoman las moscas que se alimentan de tanta basura sentimental
que esconde bajo la cama, donde nadie la pueda ver.
Y entre el relente de tanto frio y mala ostia,
se me van durmiendo las ganas por quererla,
que ya no merece la pena escarvar entre tan mierda,
ni limpiar tanta herida escondida con la saliva de mi lengua.

Voy despacito y con la mala letra que esconde mi puño,
me escabullo entre el humo de las voces que no paran quietas,
y con una canción lenta me empiezo a orinar en esas esquinas
donde antes borrachos moríamos de pena.

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