Quizás sea un
capricho, quizás una necesidad. Quizás sólo sea dolor para algunos, una forma
de dañar para otros. En el fondo el amor no es más que amor propio. De cruzar
ese jardín de claveles marchitos, de enfangarte hasta la cintura para que en
mitad de la lluvia coger esa bella flor y sonreír. Y que ella te mire como miran
las personas a las que les salvas la vida. Una sonrisa es más que lo que
aparenta. Las sonrisas salvan vidas y dan aire a esos pulmones encharcados de
tanta soledad. Igual, pese a que me tachen de loco, es más que besos y abrazos.
Quizás sea tener compañía para tan largos viajes por alta mar, quizás sólo sea
sentirse querido. Quizás (y ahora si pueden tratarme de loco) el amor sólo sea
esa revolución interior que todos necesitamos.
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